PREMIO PARA UNA EMPRENDEDORA
Un proyecto de cría de cabras
como ayuda a la escolarización
- ¿Cómo se le ocurrió su idea?
- Es necesario ayudar a las niñas huérfanas y
abandonadas y yo he acogido en mi casa a doce.
- Puede explicarnos en qué consiste su proyecto?
- Por un lado he pedido ayuda a Educanepal para poder
contratar alguien que me ayude en la cocina y comprar comida para este año
- ¿Y se la han concedido?
- Sí, y además seré responsable de un proyecto de cría
de cabras. Educanepal nos dará dos cabras a cada mujer de la aldea y a cambio
devolveremos la primera cría que nazca. También las mujeres deben comprometerse
a llevar a sus hijas a la escuela.
- ¿Cree que esto les ayuda?
- Claro, por supuesto. Las cabras nos proporcionan
leche, carne, abono… y nuestras casas serán así más autosuficientes.
- ¿Cómo supervisa la ONG Educanepal la marcha del
proyecto?
- Ramesh y Binod son los responsables de supervisarlo
todo y comprobar que todo sea un éxito
Pensamos que este es un
camino hacia la auténtica liberación y felicidad el que las niñas y niños
puedan educarse en la escuela, así como poder sentir que ayudas a alguien y tu
esfuerzo sirve para mejorar la vida de los demás.
Aunque la Constitución ofrece
a las mujeres la igualdad de oportunidades de educación, muchos factores
sociales, económicos y culturales han contribuido a una menor matrícula y tasas
más altas de deserción escolar de las niñas.
Según las estadísticas, más
del 75% de las mujeres de 15 años nunca ha ido a la escuela. Sólo un 4% de las
mujeres acceden a la enseñanza secundaria (un 13% en el caso de los chicos). El
nivel de logro educativo entre las hijas de familias adineradas y educadas es
mucho mayor que entre las niñas de familias pobres. Es por ello que las mujeres
educadas han tenido un cierto acceso a posiciones de cierto alto estatus en el
gobierno y en los sectores de servicios privados.
En cuanto al trabajo, las
mujeres trabajan más duramente y durante más tiempo que los hombres. Aunque sus
salarios son un 25% menos que los percibidos por los hombres, en la mayoría de
las zonas rurales la mujer es el motor de la explotación agraria: siembra,
desbrozado y cosecha. En las zonas urbanas, suelen emplearse en trabajos domésticos
y tradicionales, así como en el sector público, en su mayoría de poca
cualificación
Las mujeres que tienen hijas
muchas veces son maltratadas físicamente por sus maridos e incluso hay hombres
que se divorcian por eso.
Asimismo, en la zona sur del
país pervive la tradición de atribuir las desgracias a la acción de alguna
bruja, mujer, claro. Activistas humanitarios han denunciado en más de una
ocasión que la Policía no siempre interviene.
Carla Rando Muñoz,
Virginia Sánchez Domenech y Sandra Tif Muñoz de 5ºC
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